miércoles, 6 de abril de 2011

Liberalismo e individualismo, y el fenómeno de la soledad.


 Liberalismo e individualismo, y el fenómeno de la soledad.


Recuerdo "Eleanor Rigby", esta famosa canción de los Beatles, que en su lírica refleja de una forma muy artística el fenómeno del que quiero hablar hoy. ¿Porqué las tribus urbanas, porqué las redes sociales, porqué ese tendencia a integrar en la realidad virtual lo que en la material no se da?

Resulta increíblemente paradójico que en este, en el siglo donde la población humana ha alcanzado límites inimaginados, se presente este profundo sentimiento de soledad. ¿Cómo puedo sentirme solo redeado de dos o tres, o diez millones de personas a mi alrededor? ¿porqué sentirme solo si tengo familia, amigos, si realizo actividades que requieren compañía, como ir a bailar, como practicar deportes de conjunto? ¿porqué me siento solo aun cuando tengo una pareja estable? 

Este sentimiento de soledad se debe en buena parte a las estructuras filosóficas y políticas sobre las cuales hemos cimentado nuestra sociedad occidental. 

El liberalismo consiste más o menos en el desarrollo de una colectividad fundada sobre la base del desarrollo del individuo, por lo tanto se estiman como casi sagradas, las libertades individuales, y debe, en consecuencia existir un ente que garantice el goce de estos derechos, esto es, un Estado equilibrado y justo donde cada quien pueda desenvolverse y desarrollarse como persona, segun la elección de su propio proyecto de vida. Así entonces encontramos intimamente ligados los conceptos de liberalismo e individualismo.

El Estado garantiza mis libertades, libertades que terminan donde comienzan las del otro. Si el Estado garantiza mi desempeño personal, escoger una fe que profesar, una profesión que ejercer, un estilo de vida que llevar, entonces ¿porqué se presenta ese profundo sentimiento de insatisfacción? porqué cada vez se puede observar, precisamente en países que han logrado la satisfacción plena de mínimas condiciones de vida para el efectivo ejercicio de la libertad individual, un mayor número de personas insatisfechas de sus propias vidas?
En Japón (siendo la segunda economía más grande del planeta) existe una tasa de más de treinta y dos mil suicidios al año. Pero ¿porqué estoy asociando el hecho de que un país sea rico, con el fenómeno de la soledad? Se supone que entre mayor riqueza genere un Estado, mayores garantías tendrá una persona de poder realizarse como individuo. Tendrá garantizada alimentación, vivienda, salud, educación, trabajo. Todas estas, condiciones necesarias para poder obtener una "vida satisfactoria" y llevar al máximo mi expresión de libertad. Allí en los Estados mas ricos, y avanzados social y culturalmente, el individuo, el cuidadano podrá escoger con mayor libertad, podrá ver mayormente garantizadas sus libertades, de culto, de formación, de proyecto de vida como mencionamos. Podríamos deducir entonces, que a medida que las condiciones de vida sean mejores, y se garantice el ejercicio real del las libertades, tendremos mejores sociedades, más justas y "felices", donde debería verse reflejado un mayor grado de satisfacción colectiva, y donde las preocupaciones y objetivos pasaran a ser de un orden ya no individual sino mas bien general. Pero en la realidad, sabemos, ocurre lo contrario, a medida que las sociedades avanzan en la consecución de sus logros, del desarrollo de la individualidad, nos distanciamos mayormente de los demás. Cada vez más, nos preocupamos en mayor manera por nuestros problemas, por nuestros planes, ignorando por completo la compleja problemática que nos rodea. Cabe entonces preguntarse, si conseguimos este punto de éxito como colectivo para poder permitir la realización individual, ¿porqué parece que hubieramos fracasado en el planteamiento? Si a partir de nuestra libertad individual podemos estructurar una sociedad plena, ¿porqué somos cada vez más indiferentes ante las demás personas? ¿porqué existe un tufillo de fracaso en nuestro modelo?

Precisamente el individualismo, que en realidad no se trata más que de egoísmo puro, ocasiona que cada vez me importe menos mi entorno, y en contravía, solo me importe yo mismo y la satisfaccion de mis poyecciones, planes y sueños. Me importa hacer dinero para obtener un estilo de vida, me importa gozar de la compañía de una pareja, pero no doy nada a cambio y muchas veces desecho personas como objetos reciclables.

Respondemos ahora la pregunta planteada previamente en nuestra reflexión: ¿porqué me siento solo a pesar de tanta gente a mi alrededor?. Precisamente porque esta sociedad se diseñó para que cada quien se ocupe de lo suyo. Para que cada persona vele por aplicar sus libertades y se realice como individuo a partir de sus propias decisiones. Entonces vemos millares de individuos coexistiendo en un mundo que realmente no fue diseñado para la indivudalidad. ¿Cómo saber si precisamente la lucha por mis metas, las decisiones que me llevarán a la consecución de los objetivos planteados en mi proyecto de vida, lograrán que al final de esta sienta que haya vivido con un propósito correcto y pueda morir en paz? ¿Me garantiza el Estado que de esta forma seré feliz? ¿De donde saca el Estado que es primordialmente el desarrollo individual, el fundamento de una sociedad bien edificada?

Y la humanidad en su mayoría, se encuentra concentrada y enfocada casi que exclusivamente en la preocupación por la realización individual, y observar a mi semejante, a los otros individuos (a su vez enfocados en lo suyo) constituye un ejercicio inaceptable dentro de esta dinámica. Entonces podemos ver verificados en los enormes problemas de la sociedad occidental, que el planteamiento inicial, de la sociedad liberal e individualista, tal vez haya fallado. Ahora, no quiero se me mal entienda y se juzgue mi reflexión como un tratado de apología comunista. Reconozco irrestrictamente, que el ser humano debe poseer libertades, y debe esforzarse para realizar su proyecto de vida y ejercer dominio sobre sus propias decisiones, y que una sociedad constituida sobre la base de la anulación del individuo, es a todas luces un absurdo. Pero tal vez es hora de empezar a cuestionar nuestros paradigmas mas elevados. Nuestros modelos sociales tan incuestionados, y que hemos asumido tan perfectos, como para pretender exportar el modelo, y muchas veces imponerlo, asumiendo esto además como una especie de guerra santa en contra de la opresión. Es hora de que nos revisemos a nosotros mismos como individuos, y contemplemos la posibilidad de que tal vez los plantemientos sobre los cuales estamos proyectando nuestras vidas, no sean los correctos. Si en ese afán de autorealización estamos dejando de lado cosas más importantes, si estamos desconociendo que tal vez existan cosas superiores a nosotros, como un Dios, como unos valores suprahumanos, que deben primar sobre mi deseo egoista de ser feliz, a costa de todo, y a costa de todos. Tal vez entonces, podamos dejar de sentirnos solos en medio de la multitud.


Alfonso Pérez Cartagena
2011.

1 comentario:

  1. muy bueno tu articulo Alfonso felicidades, y para agregar o complementar el día que dejemos de pensar tanto en nosotros mismos y preocuparnos por los demás y a su vez en descubrir que fuimos creado con un propósito no individualista.. Ese día las cosas comenzaran a cambiar para cada uno de nosotros.

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